Profesionales con vocación, impacto y transformación social
Mérida, Yucatán, a 20 de marzo de 2025.- Cada tercer martes de marzo se conmemora el Día Mundial del Trabajo Social, una fecha que resalta la importancia de esta profesión en la construcción de sociedades más justas y equitativas.
En este contexto, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) reconoce el compromiso de sus estudiantes y docentes con esta disciplina que, más allá de la asistencia, busca generar cambios estructurales en beneficio de las comunidades.
Para Emir Moisés Luna Medina, estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Trabajo Social de la UADY, esta carrera ha sido una oportunidad para crecer personal y profesionalmente.
Desde el inicio de su formación, descubrió que los conocimientos adquiridos en el aula se enriquecen en la práctica.
Su primer acercamiento fue en el ámbito comunitario, donde su dinamismo le permitió conectar con las y los estudiantes y comprender sus necesidades. Posteriormente, en el sector salud, entendió la importancia de la gestión eficiente de recursos al intervenir en casos como el de un paciente que llevaba dos días sin desayunar debido a la reprogramación de su cirugía.
“Hablé con el doctor, verifiqué que podía comer y gestioné con el personal de cocina para que le dieran su alimento. Son acciones pequeñas, pero hacen una gran diferencia”, recuerda.
En el sector educativo, Emir aprendió a escuchar sin prejuicios a adolescentes que enfrentaban dificultades emocionales y familiares. Mientras que, en el ámbito de justicia, trabajando en un centro penitenciario, comprendió que el estigma social no define a una persona.
“Uno entra con ideas preconcebidas, pero cuando conoces sus historias, te das cuenta de que todos merecen ser tratados con dignidad”, comenta.
El Trabajo Social abarca una amplia gama de ámbitos, desde la salud y la educación hasta la intervención en emergencias y el peritaje social.
La Maestra Dallani Trinidad Tun González, directora de la Facultad de Enfermería, enfatizó la relevancia de esta disciplina y el lema de este año: “Fortalecer la solidaridad intergeneracional para un bienestar duradero”. Destacó que la colaboración entre generaciones es clave para la construcción de sociedades más inclusivas y resilientes.
Por su parte, la L. Psic. y TS. Silvia Andrea Serrano Padilla, coordinadora de la licenciatura, subrayó los avances que se han tenido en este campo de estudio.
“En la actualidad hemos avanzado mucho, ya estamos más visibles y nos identifican. Pero hay que buscar el reconocimiento de que el trabajo social incide dentro de una sociedad, dentro de una comunidad, con la intervención de las diferentes áreas”, explicó.
Más allá de las instituciones, el Trabajo Social también deja huella en la vida cotidiana. Emir recuerda un caso que lo marcó profundamente: el de un adulto mayor que acompañaba a su esposa hospitalizada y que no tenía dónde dormir.
“Estaba a punto de quedarse en la calle porque no tenía dinero. Gestioné un espacio en una casa temporal cercana y cuando su esposa supo que dormiría en un sitio seguro, pudo descansar por primera vez en días”, relata.
Este tipo de experiencias ha reforzado su vocación. “El Trabajo Social me ha cambiado la vida. Ahora sé cómo gestionar recursos, cómo canalizar apoyos y cómo hacer valer los derechos de las personas. No se trata solo de dar ayuda material, sino de generar soluciones sostenibles”, expresa Emir.
Este Día Mundial del Trabajo Social, se celebra la labor de las y los estudiantes, docentes y egresados, quienes con su trabajo diario contribuyen a la construcción de una sociedad más justa, demostrando que cada acción, por pequeña que parezca, puede transformar vidas.
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