Permanecen enigmas entorno a la casa maya

Abordan la introducción de las hamacas a esas viviendas

Mérida, Yucatán, 6 de septiembre de 2019.- La casa maya es un tema complejo que ha cautivado la atención de investigadores nacionales y extranjeros, sin embargo, numerosas preguntas acerca de su origen, prehispánico o colonial, permanecen con enigmas, afirmó el investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Othón Baños Ramírez.

En su más reciente libro, titulado “La Casa Maya de Yucatán. Surgimiento y declive de un arquetipo universal”, Baños Ramírez plantea que la hamaca de henequén es la clave para responder a muchas dudas sobre la procedencia de esa peculiar vivienda de la región.

El investigador señaló que el cultivo del henequén era practicado por los mayas desde antes de la llegada de los españoles y con su fibra fabricaban hilos y jacias. “De modo que este material estaba disponible para la entrada de un objeto que vendría a revolucionar el modo de dormir, la convivencia doméstica e incluso la estructura de las viviendas”, apuntó.

Lo único que hacía falta, dijo, era que la población maya conociera la técnica del urdido para la adopción de las hamacas, la cual era una práctica bastante diferente a la que conocían para fabricar costales, esteras y telas de algodón.

Baños Ramírez indicó que especialistas coinciden en señalar que antes de la llegada de los españoles a Yucatán, la casa habitación de los mayas no contemplaba espacios privados para ninguno de sus miembros.

“Existe una observación de que la casa estaba dividida en dos partes: un dormitorio y una estancia. El dormitorio estaba ocupado por unos camastros o camas a base de palos, que los españoles más tarde llamaron barbacoas”, comentó.

El hecho de que las hamacas fueran ligeras y frescas, facilitó la bienvenida a esta nueva forma de dormir a la vivienda de los mayas. “Pero una cosa fue su llegada a Yucatán y otra su entrada a las casas, en medio se registra un trecho histórico largo y complejo”, matizó.

Explicó que la población maya no podía comprar hamacas importadas, pero la materia prima estaba a la mano, solamente faltaba la técnica para que las fabricaran y con ello estuvieran a su alcance.

“Un factor clave en su expansión, sospecho, fue la participación de los frailes franciscanos quienes trajeron un bastidor, agujas e hilos para enseñar el urdido de hamaca a los feligreses como enseñaban otras materias y oficios en sus parroquias”, destacó.

Para finalizar, Baños Ramírez subrayó que el uso popular de este objeto fue un proceso lento.  Pero que permitió una transformación estructural de la vivienda, los horcones fueron reforzados y la anchura se adaptó conforme las medidas de una hamaca extendida.

El libro “La Casa Maya de Yucatán. Surgimiento y declive de un arquetipo universal” se presentará el próximo 19 de septiembre a las 18:00 horas en el Centro Cultural Universitario. La presentación estará a cargo de Marco Tulio Peraza Guzmán y Jesús Lizama Quijano.

 

 

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