Reflexionan sobre la cultura de la violación en la literatura occidental

Las narrativas han contribuido a las mismas agresiones sexuales: especialista

 

Mérida, Yucatán, a 14 de marzo de 2024.- El término de cultura de la violación es un posicionamiento tanto político como ético, lo que implica una reconfiguración cognitiva de la propia literatura, es decir, entender que en determinadas obras el verbo amar es sinónimo de violar, aseguró el coordinador de la Licenciatura en Literatura Latinoamericana de la UADY, Alejandro Loeza Zaldívar.

 

Al impartir la conferencia “Cultura de la violación y su representación en la literatura occidental: aproximación”, en el marco de la XII Edición de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY) 2024, agregó que lo erótico en las lecturas ha sido herramienta de la violación, lo mismo que las estrategias de seducción de los galanes de determinadas estéticas y obras.

 

“Tomar una postura política relativa a la violación en la literatura es cuestionarse cómo las narrativas han contribuido a las mismas violaciones, por lo cual esta conferencia es una reflexión sobre la lectura que ha contribuido a esa cultura”, afirmó.

 

En la presentación como parte de las actividades de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) Loeza Zaldívar explicó que este tema surge como una inquietud a partir de varias lecturas que ha realizado durante su vida académica y como docente donde reconoció un patrón que se repetía en estos libros: comparar una violación femenina con amor.

 

En tal razón, ejemplificó con libros y poemas cómo se romantizaba y normalizaba las violaciones a niñas de 12 años o menos edad como en el poema de Ovidio “El Arte de Amar”, en la cual el escritor recomienda que si la doncella se resiste se debería emborracharla con vino para que pueda acceder ante los caprichos amorosos del hombre.

 

“Pero no pierdan de vista que el título del libro es arte de amar, no arte de violar, lo anterior remite a un problema epistemológico, pues cabe cuestionarse desde la literatura dónde y cómo el arte de la escritura ha abonado a la cultura de la violación”, señaló.

 

Mencionó que la cultura de la violación no solo es un concepto que sirve para describir un fenómeno social, es una herramienta crítica en la medida que visibiliza un cierto número de discursos profundos en el sentido amplio del término que tiende a minimizar o invisibilizar la violencia sexual.

  

El doctor en Literatura Hispánica subrayó que, si bien la violación de la mujer está en textos tan antiguos como en las tragedias griegas y en varios mitos y leyendas de prácticamente todas las culturas europeas, la Edad Media estableció algunos ritos de iniciación que incluyeron estas agresiones sexuales.

 

Muestra de ello, continuó, en el libro de Apolonio, obra escrita y publicada a mediados de siglo XIII, se plasma que una joven de 12 años es llevada a un prostíbulo para ser explotada sexualmente.

 

Para finalizar, ejemplificó esta cultura de la violación con la novela “Memoria de mis putas tristes” del premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, la cual inicia contando la historia de un hombre de 90 años que desea poseer a una niña virgen de 10 años

 

 

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